El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNTP), que agrupa a 30 sociedades científicas, pidió ayer al nuevo Gobierno que prohíba fumar en sitios públicos, incluidos bares y restaurantes, como ha hecho Irlanda. "Los empleados de estos 300.000 establecimientos y sus clientes tienen derecho a no estar expuestos al humo", dijo el presidente del CNTP, Rodrigo Córdoba.

El comité recuerda, con motivo del Día de Lucha contra el Tabaco que celebra hoy la UE, que esta sustancia ocasiona cada año 400.000 cánceres de pulmón en Europa, 20.000 de ellos en fumadores pasivos. En España las cifras se elevan a 57.000 y 1.200, respectivamente.

"No se puede permitir que se siga fumando en lugares públicos. El tabaco es la droga más dañina de todas. Mata a ocho personas cada minuto", advirtió Manuel de las Heras, presidente de la Sociedad Española de Radioterapia y Oncología.

La Federación Española de Hostelería calcula que una prohibición similar a la de Irlanda supondría un caída de la clientela y unas pérdidas económicas en torno al 8%. Su presidente, José Luis Guerra, asegura que ha mejorado mucho el ambiente con espacios de fumadores y no fumadores y sistemas de renovación del aire.

Los médicos discrepan. Para Córdoba, el hecho de no prohibir el tabaco en los locales "es tirar piedras contra su propio tejado. Se quitan el 70% de clientes potenciales, españoles adultos que no fuman, y muchos dejan de ir a estos locales o apenas permanecen en ellos por el humo".

Para el CNPT las autoridades deben empezar por hacer cumplir la ley de 1988, que prohíbe fumar en la mayoría de estancias públicas. La norma fija sanciones desde 3.000 a 60.000 euros. Pero no se conoce ningún caso en que se haya impuesto una multa. "No se cumple la normativa en el 40% de los sitios en los que no se debe fumar", lamentó Córdoba.