Al menos 18 personas murieron ayer en un aparatoso accidente de tráfico cuando el autocar en el que viajaban chocó contra un camión que estaba parado en una retención y se incendió en la localidad de Münchberg, al sur del país. La Policía daba por hecho que las personas que no han podido ser rescatadas y han quedado atrapadas dentro del vehículo en llamas resultaron muertas. «Las personas restantes probablemente fallecieron debido a las llamas», aseguró ayer la Policía y la Fiscalía en un comunicado conjunto. El portavoz de los bomberos apuntó en la misma dirección ya que, tras la colisión, el autocar quedó calcinado. «Del bus ya solo queda el esqueleto», explicó la agente Anne Höfer en declaraciones al diario muniqués Süddeutsche Zeitung. Además de esta alta cifra de fallecidos, el accidente producido sobre las 7 de la mañana en la autopista A-9 también dejó un saldo de 30 heridos. Según apuntaron las autoridades locales, varios de ellos son de gravedad y fueron trasladados al hospital. Varias ambulancias y helicópteros se desplazaron al lugar de los hechos. Tras el siniestro, la autopista fue cortada en ambas direcciones. En el autocar viajaban 46 pasajeros y dos conductores. Proveniente de la región de Oberlausitz, había hecho parada ayer por la mañana en la localidad de Dresden, donde recogió a más pasajeros.

PERSONAS MAYORES / Los medios alemanes aseguraban ayer que la mayoría de los viajantes eran personas mayores y a que uno de los dos conductores pudo escapar de las llamas y salir del vehículo.

Tras conocerse los hechos el ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, abandonó la reunión de su partido en Berlín para dirigirse a Münchberg.

La Policía aún desconoce las causas del accidente. La Fiscalía abrirá una investigación para esclarecer si el conductor del autocar, fallecido en el accidente, estaba conduciendo o si hay «terceras partes» implicadas en el desastre.