Las redes sociales están llenas de comentarios en los que se cuestiona la violencia sobre las mujeres y de reflexiones que aseguran que el problema es que la mayor parte los agresores son extranjeros. Pero los datos estadísticos desmienten ambos planteamientos. España ha alcanzado las 1.000 muertes por maltrato desde el 2003 (aunque la cifra oficial se situó ayer todavía en 999, tras sumar la Delegación del Gobierno el caso del lunes en Valencia y dejar en investigación el asesinato de Ayamonte del pasado sábado), y buceando en esas 999 muertes, el resultado es que el 31% de los agresores (317) han nacido en el extranjero y el 66% (667) en España.

La estadística corrobora, además, la desconfianza de las víctimas hacia las instituciones. Al menos 589 asesinadas (casi el 59%, un 20% no consta) no habían presentado ningún tipo de denuncia contra su agresor, lo que impidió a las instituciones protegerlas y a ellas acceder a una vía de escape que, quizá, hubiese evitado su muerte. Porque los mecanismos de protección de las 208 mujeres que sí denunciaron (el 20%), por una o varias razones, entre las que se encuentran que las víctimas en muchas ocasiones perdonan a sus maltratadores o rehúsan declarar contra ellos, fallaron. De hecho, 645 de las casi 1.000 asesinadas aún convivían con el agresor cuando este acabó con sus vidas. Y, solo en una ocasión, la denuncia fue interpuesta de oficio.

El registro rompe varios estereotipos como el de que los asesinos foráneos (ese 31%) son más que los extranjeros residentes en España (un 10,7% según las personas inscritas en el padrón a 1 de enero del 2019) y, como ya se ha dicho, ni mucho menos supera al de españoles. Y no solo los crímenes con resultado mortal desmontan esa idea.

65% ESPAÑOLES / También las sentencias sobre todo tipo de maltrato arrojan que el 65% de los condenados son españoles. Es algo de sobra sabido por los expertos en violencia sobre la mujer pero que una parte de la sociedad, como demuestran sus opiniones en los medios de comunicación, desconoce.

Los datos también certifican que la mayoría de las muertes se producen en enero, según los expertos porque la Navidad incrementa los conflictos familiares, y en verano, cuando la pareja aumenta las horas de convivencia.

Los territorios con más casos se corresponden con las autonomías más pobladas. Andalucía se sitúa a la cabeza, con 198 asesinadas, seguida de Cataluña, con 153. Y sin que tenga una correlación con lo sucedido en los años precedentes, Canarias despunta este 2019 con cinco de los 24 asesinatos oficiales. Es difícil determinar los motivos, pero Carla Vallejo, cofundadora de Mujeres Juezas y jueza de vigilancia penitenciaria en las islas, percibe que hay una «alta criminalidad sexual y machista» relacionada con una «degradación de los servicios públicos», que en su opinión «no hacen una suficiente labor de atención y prevención». La media de edad de las asesinadas es inferior, con cinco víctimas menores de los 16 años. Aun así, el grupo de edad con más casos, tanto en ellas como en ellos, está entre 31 y 40 años.