Si las previsiones del selecto grupo de 11 expertos escogidos por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud se cumplen, el panorama que espera a la juventud española no es precisamente halagüeño. La actual situación de paro, precariedad laboral, supresión de ayudas y emigración forzada no solo continuará, sino que se acentuará en los próximos cinco años. Para luchar contra estas lacras, los jóvenes aumentarán su nivel de compromiso a través de movilizaciones que seguirán, como hasta ahora, al margen de las instituciones tradicionales. La situación acomodada en la que vivían hace unos años llevó a la mayoría de jóvenes al conformismo. "Eran pasotas. Estaban satisfechos, pero la crisis los ha cambiado y los cambiará aún más adoptando un activismo que busca nuevas fórmulas, que no son ni los partidos ni los sindicatos, sino plataformas y movimientos sociales en la línea del espíritu del 15-M".

Lo explica Eusebio Megías, el director técnico de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción, que ha tutelado el documento. El texto sostiene que las formaciones tradicionales no pueden confiar en renovarse gracias a esos nuevos activistas porque estos las consideran instituciones corruptas que juegan en su contra.

Y no dan respuestas efectivas a su situación. Tampoco los medios de comunicación les parece a los autores que vayan a ser capaces de suministrar la información que ahora la nueva nueva generación ya busca en internet y las redes sociales.

DECLIVE DEL BIPARTIDISMO El estudio, denominado La sombra de la crisis. La sociedad española en el horizonte de 2018, vaticina que en las futuras convocatorias electorales los jóvenes "fluctuarán entre la abstención, el voto utópico expresivo y el voto de castigo". Se producirá "un rápido declive" del bipartidismo que desembocará en una "nueva política" frente a la "vieja política", reemplazado la clásica dicotomía entre la izquierda y la derecha. También aparecerán partidos efímeros.

¿Cómo responderá el conjunto de la sociedad a las adversidades? Las familias serán aún más importantes que ahora. El papel de los abuelos, a veces el único sostén económico, será fundamental. Varias generaciones volverán a coexistir en un mismo domicilio. Las fórmulas cooperativas y de ayuda muta experimentarán también un auge. Pero nada de esto será suficiente para evitar el aumento de la pobreza. En el diagnóstico han participado expertos de todas la disciplinas sociales como Joan Subirats, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona; Enrique Gil Calvo, catedrático de Sociología de la Complutense de Madrid, o Juan José Dolado, catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la Carlos III de Madrid. El trabajo se basa en la hipótesis de que el PIB seguirá con crecimientos poco significativos, y que el paro seguirá en el 2018 por encima del 20%.

EL MODELO AMERICANO "Entre 2014 y 2018 asistiremos al debilitamiento inexorable y profundo de nuestro Estado del Bienestar. Cabe esperar que pasemos de un modelo socialdemócrata a uno neoliberal, con una configuración societaria como la norteamericana, con un debilitamiento de las clases medias, la polarización social entre ricos y pobres, la desigualdad de rentas y el crecimiento de la pobreza de las clases populares". Este desolador panorama coincidirá en España con una caída de la natalidad y una regresión en la emancipación de la mujer que deberá dedicarse al cuidado familiar.

Estas, puede decirse calamidades, tendrán lugar siempre que las instituciones sigan de espaldas al "malestar social cada vez más extendido" y a "las reivindicaciones sociales que se van planteando en los espacios públicos".