LA GUARDIA CIVIL y las autoridades marroquíes evitaron ayer una entrada masiva a Melilla de unos 1.000 inmigrantes de origen subsahariano. Varios de ellos consiguieron superar la primera de las vallas, pero Marruecos se hizo cargo de ellos. El despliegue policial a ambos lados de la valla, así como la denominada malla antitrepa han sido claves para que no alcanzaran territorio nacional. EFE