El año pasado, la huelga feminista del 8 de marzo fue más que una huelga. Fue una revolución. Este año, las mujeres siguen teniendo “mil motivos” para volver a salir a la calle. Así que el próximo 8-M se repetirá el paro feminista -huelga de consumo, cuidados, educativa y laboral- y se invadirán las calles de toda España con manifestaciones. ¿Por qué? Porque ha habido muchos logros desde el 8-M de 2018. Entre ellos, incorporar el feminismo a la agenda política y social. Sin embargo, la realidad demuestra que las conquistas específicas son escasas.

“Sigue habiendo brecha salarial, nos siguen violando, nos siguen matando, sigue sin haber corresponsabilidad en los cuidados de abuelos o hijos y sigue habiendo voces que piden recortar nuestros derechos”, explica Sara Jiménez, miembro de la Comisión 8-M de Madrid, asociación independiente creada en 1977 para acordar las acciones que se llevan a cabo en el día de la Mujer. La huelga feminista de 24 horas está apoyada por algunos sindicatos, aunque los mayoritarios (UGT y CCOO) defienden paros de dos horas. Será la segunda vez en la historia de España que se produzca un paro feminista de 24 horas. En 2017, el movimiento feminista de España se sumó a la reivindicación de sus compañeras de Polonia y Argentina y animó a realizar un paro de media hora. La gran acogida de la iniciativa hizo pensar en una huelga de 24 horas.

REFERENTE INTERNACIONAL

La revolución feminista del 2018 convirtió a España en un referente internacional. “Nos han llamado de muchos países para ver cómo lo hicimos”, añade Jiménez. “Se abrió la caja de Pandora, conseguimos poner nuestros problemas en el debate social, la gente tomó conciencia, ha aumentado la sensibilización, conseguimos poner el feminismo en boca de todos… Ahora bien, en el día a día, vemos que las cosas no han cambiado mucho. Seguimos teniendo más de mil motivos para la protesta”, explica la representante de la asociación feminista.

'1.000 motivos' es, precisamente, el lema con el que el colectivo feminista comenzarán a invadir las redes sociales para calentar motores de cara al 8-M. También han abierto una web hacialahuelgafeminista.org donde los usuarios podrán encontrar un dibujo en el que escribir sus motivos para la huelga y colgarlo en la puerta de casa o en las calles o en el transporte público. El objetivo es inundar las ciudades con las reivindicaciones.

VIOLENCIA MACHISTA

La violencia machista será uno de los cuatro ejes fundamentales sobre los que girará la huelga, la manifestación y los actos previos paralelos. “El sistema judicial sigue sin creer nuestra palabra y la sociedad ha normalizado la violencia contra la mujer”, explica Chelo Hernández, miembro de la Comisión 8-M, en clara alusión a la polémica sentencia de 'la manada'. Los otros ejes serán las fronteras y la especial situación de desigualdad que sufren las mujeres migrantes; los cuerpos y el hecho de que se sigue cosificando a la mujer y se le sigue imponiendo unos cánones estéticos que hacen sufrir; y la economía porque “la vivienda sigue siendo un negocio, al igual que las ciudades, que están enfocadas a la economía y no a la vida”.

La campaña comienza oficialmente mañana. Durante todo el mes habrá actos en todas las ciudades, como movilizaciones en mercados y conciertos. El 1 de marzo comenzarán los ‘8 días de agitación’ con un acto simbólico en el que las mujeres colgarán delantales en las puertas de sus casas. El 3 de marzo habrá una carrera popular en Madrid para “correr sin miedo, no por miedo”.

EL PAPEL DE LOS HOMBRES

La huelga del 8-M será una huelga feminista. No será una huelga laboral al uso. Las organizadoras esperan que los hombres tengan un papel de apoyo y cubran los cuidados que, ese día, no realizarán las mujeres. Ya sea con los hijos con los abuelos. Después, todos los hombres estarán invitados a la manifestación de la tarde, que prevén será igual de multitudinaria que la de 2018. O más.