Uno de los principales argumentos para sustentar la teoría de que en Marte hubo agua, como destacó la NASA el pasado martes, es el hallazgo de un sulfato poco común, un mineral llamado jarosita, para cuya formación es necesaria la presencia de un medio líquido y preferentemente cálido. La jarosita fue descubierta para la ciencia en un yacimiento de la provincia de Almería, en 1852, y desde hace una década merece la atención por su abundancia en el río Tinto (Huelva).

El microbiólogo Ricardo Amils, coordinador del grupo del Centro de Astrobiología (Cab, en Madrid) que trabaja en Huelva, dio un salto de alegría cuando escuchó el anuncio de la NASA sobre la jarosita, según relató a la agencia Efe. El descubrimiento revaloriza la zona del Río Tinto como "un análogo de Marte en la Tierra", aseguró.

La NASA también desveló la presencia en Marte de hematites, otro mineral ferrroso también presente en el río Tinto.

"Si había agua líquida en Marte, la temperatura era mucho más alta, lo que quiere decir que el planeta ha cambiado de forma muy notable", dice Amils.

El robot Opportunity ha detectado la jarosita en una roca bautizada por la NASA como El Capitán --con el nombre en español--, pero su presencia ya había sido sugerida por misiones anteriores.