Mireilla, la joven de Camerún que la semana pasada se convirtió en la primera mujer que lograba entrar en Melilla saltando la valla, se escapó el sábado del centro de menores de la Purísima al que fue trasladada cuando se confirmó que era menor de edad. No quiere estar allí. Se siente sola, dice.

La joven (foto) fue descubierta por unas monjas en el patio de un centro religioso, en el que viven otras menores de Camerún. La devolvieron al centro de menores. Al día siguiente se volvió a escapar y se acercó hasta el CETI, donde suplicó, entre sollozos, quedarse con los hombres con los que convivió en el Gurugú. Fue devuelta al centro de menores.