La agravación de la pobreza es consecuencia del dominio de los recursos del Tercer Mundo. El 20% de la población mundial disfruta del 80% de la renta. Con la mitad de lo que gastan las mujeres del primer mundo en cosméticos se habría acabado con el hambre; con lo gastado en Irak, escolarizado gratis a todos los niños; con lo derrochado en pasteles, medicinas para enfermedades curables; con lo invertido en armas, viviendas dignas. No somos solidarios.

*Periodista.