El módulo 'Philae' se ha convertido en el primer ingenio creado por el hombre que se posa en un cometa tras culminar un descenso con un final accidentado (y quizá desastroso), según ha informado en rueda de prensa la Agencia Espacial Europea (ESA). La señal de confirmación se recibió exactamente a las 17.03, hora española, tal como estaba previsto.

Primer aterrizaje en un cometa

Al parecer, el pequeño laboratorio robótico rebotó tras contactar con la superficie de 67P / Churyumov-Gerasimenko y acabó en un emplazamiento diferente, lo que dificulta la comunicación con la nave Rosetta, a la que viajaba acoplado, y el ulterior envío de las señales hasta la Tierra. 'Philae', un laboratorio robótico de unos 100 kilos de peso y forma de cubo, está aparentemente en buen estado, pero hasta mañana, jueves, no se sabrá si los problemas de conexión son temporales o definitivos.

En cualquier caso, 'Philae' ha cumplido un hito en la exploración espacial tras el primer aterrizaje en un planeta, en un satélite y en asteroide. Diversos cometas ya habían sido visitados por sondas no tripuladas, pero ninguna llevaba un módulo de descenso como es el caso de Rosetta. Los datos que ya ha suministrado la misión y que seguirá suministrando son extraordinarios para el conocimiento de los cometas, cuerpos celestes que se consideran un remanente de las primeras etapa del Sistema Solar.

FALLO EN LOS ARPONES

La situación actual es el resultado, según la ESA, de un problema en unos arpones que se debían de haber clavado en el suelo justo en el momento del aterrizaje para evitar que 'Philae' saliera rebotado, una posibilidad muy temida debido a la escasa gravedad ejercida por el pequeño núcleo del cometa. No es que los arpones no se clavaran, sino que no se llegaron a disparar por un motivo desconocido.

Con posterioridad, ya con menos impulso, 'Philae' acabó posándose suavemente y desplegando los tornillos penetradores situados en sus ruedas, lo que supuestamente garantiza su estabilidad, según la ESA. Los tornillos han funcionado, aunque se han hundido solo unos cuatro centímetros, señal de que el terreno es más blando de lo que se pensaba, sostienen los técnicos de la misión. Posiblemente es un suelo arenoso.

Al margen de los arpones y los tornillos de las patas, el módulo tenía un tercer sistema para evitar el rebote, una especie de propulsores o toberas que expulsan gas y facilitan el descenso, pero este sistema ya sufrió una anomalía antes de iniciarse la maniobra de descenso.

La operación de descenso empezó con puntualidad. La ESA tuvo la confirmación a las 10.03 horas de que 'Philae' se había desacoplado de 'Rosetta' y había iniciado el descenso en solitario hacia 'Chury', como es conocido popularmente el cometa. Dos horas después, contactó con la sonda para comunicarle que estaba descendiendo según los planes previstos. Rosetta también envió la primera foto del módulo.

El descenso se produjo a una velocidad moderada de un metro por segundo debido a la escasa gravedad ejercida por el cometa. En el momento de iniciarse la maniobra, 'Rosetta' se encontraba a unos 22 kilómetros de 'Chury'.

La maniobra de desacoplamiento se produjo 28 minutos antes de las 10.03 horas, pero para su confirmación la ESA tuvo que esperar a que la señal recorriera los 511 millones de kilómetros que separan el cometa de la Tierra. La primera señal se recibió en la antena de New Norcia (Australia) e inmediatamente llegó al ESOC, el centro de la ESA en Darmstadt.

Las baterías de 'Philae' garantizan en principio dos días de trabajo en la superficie de 'Chury'. A partir de entonces, todo dependerá de la capacidad de los paneles solares para captar la radiación solar. Y, claro está, de la salud del módulo.