KATHLEEN MURPHY, una monja del convento de Santa Catalina de Edimburgo (Escocia), recibió ayer el cheque de la compañía irlandesa de vuelos económicos Ryanair como premio por ser la pasajera número 100 millones. "Destinaremos el dinero a combatir el hambre y a la renovación espiritual de las mujeres", anunció la religiosa.