La religiosa Juliana Bonoha abandonará este jueves el aislamiento al que se encuentra sometida en el Hospital Carlos III por haber estado en contacto con el virus del ébola, si, transcurridos los 21 días del periodo de incubación se confirma que no está contagiada. Por ahora se desconoce si la monja, de origen guineano y con pasaporte español, recibirá el alta médica al abandonar el aislamiento o continuará ingresada, aunque fuera del protocolo de aislamiento.

Juliana Bonoha ingresó en el Carlos III el 7 de agosto repatriada de Liberia en un vuelo especial para ser tratada de posible contagio de ébola al haber estado en contacto con la enfermedad, junto con el sacerdote Miguel Pajares, que falleció el día 12 a causa del virus.