Los Mossos d’Esquadra pincharon el teléfono de Jordi Magentí, detenido desde el lunes por el asesinato de Marc y Paula en el pantano de Susqueda. El arresto de este vecino de Anglés (Gerona) de 60 años se precipitó el lunes pasado porque tenía previsto trasladarse a Colombia, donde le esperaba la mujer con la que se casó tras cumplir 12 de los 15 años de prisión a los que fue condenado por el asesinato de su primera esposa. Pero ya llevaban mucho tiempo siguiéndole de cerca y con una antena colocada en sus conversaciones privadas.

Horas después de su detención, el lunes por la mañana, el intendente Toni Rodríguez, responsable de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, subrayó que no tenían «ninguna duda» de que habían arrestado al hombre que mató a los dos jóvenes el pasado agosto. Pero, a causa del secreto del sumario que rodea este caso, añadió que no podía revelar por qué.

Según fuentes consultadas por este diario, la clave de la detención de Magentí está en los pinchazos telefónicos que se llevaron a cabo de acuerdo con el Juzgado de Instrucción de Santa Coloma de Farners. Estas conversaciones se han convertido en una prueba decisiva que permite incriminar judicialmente al detenido. El primer indicio que puso a los investigadores tras la pista de Magentí fue la grabación de una cámara en la presa de Susqueda. En ella se veía el Land Rover de color blanco que conduce este vecino de Anglés. El segundo indicio fue descubrir que se trataba de un hombre con antecedentes penales por asesinato, ya que en 1997 mató a sangre fría a su exmujer, Josefa García. El tercero era que Magentí es un gran conocedor del pantano y de los bosques de los alrededores. El asesino de Marc y Paula hundió los cadáveres en un lugar del embalse y después condujo por un camino casi intransitable hasta el lejano punto en el que hundió el Opel Zafira de la joven pareja. Presuntamente, escogió ese punto porque sabía que desde allí podría llegar hasta la orilla del embalse conduciendo y porque las aguas podrían tragarse el coche por completo, ya que se hacen profundas repentinamente.

Además, el presunto asesino, acentuó las sospechas de los Mossos la primera vez que fue interrogado, cuando negó -desconociendo que existía una imagen captada- que él hubiera estado en el pantano el día del crimen. El móvil del asesinato sigue siendo un enigma.

El equipo de seguimiento de los Mossos investigó a Magentí durante semanas. En las conversaciones que mantuvo cuando no imaginaba que los policías le escuchaban contó cosas que ahora le incriminan.

SU HIJO, LIBRE / El hijo de Jordi Magentí quedó ayer en libertad con cargos tras declarar en el juzgado de Santa Coloma de Farners. Había sido arrestado el lunes, poco después de la detención de su padre. Ayer a mediodía pasó a disposición judicial, se acogió a su derecho a no declarar y hacia la una de la tarde quedó en libertad con cargos por un presunto delito de tráfico de drogas. Las plantaciones de marihuana del hijo de Magentí, de 26 años, sobrevuelan desde el comienzo de la investigación, aunque por el momento no está claro que guarden relación con el móvil.