Los Mossos d’Esquadra trasladaron ayer por la mañana a los cuatro detenidos por la presunta violación en grupo de una menor de 17 años en Manresa (Bages) al lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos, una vivienda ocupada en el centro histórico de la localidad, en la calle de Aiguader. Según la víctima, la agresión sexual se produjo en la noche del sábado al domingo. Después, tras acudir a un hospital, se dirigió a comisaría para prestar declaración y presentar la pertinente denuncia.

Los cuatro detenidos fueron conducidos al número 17 de la calle de Aiguader sobre la una del mediodía para la inspección ocular y permanecieron en el interior del piso donde ocurrieron los hechos unos 30 minutos. Al finalizar, los agentes sacaron a los sospechosos uno a uno del edificio con la cara tapada y los volvieron a conducir a la comisaría donde han permanecido desde su detención el domingo. Los investigadores, además de la agresión, están indagando si la ocupación del inmueble donde se produjo el ataque es ilegal.

Cuando los Mossos finalicen todas las diligencias de recogida de pruebas, los cuatro arrestados, de entre 18 y 20 años, pasarán a disposición judicial. Fuentes de la policía de la Generalitat apuntaron que presumiblemente los sospechosos comparecerán hoy ante el juez. Dos de los arrestados son extutelados de la Generalitat. Según algunas fuentes, en el edificio donde tuvo lugar la violación había más personas que no se sumaron a la agresión sexual.

A raíz de este caso, los vecinos del barrio de las Escodines, donde se produjeron los hechos, han denunciado la degradación de la zona. Un comercio casi inexistente, la dejadez de los espacios urbanos, los desórdenes, el abandono de algunas fincas y las ocupaciones ilegales son los principales problemas relatados por los ciudadanos. «Hay muchos pisos desocupados, de noche da miedo», explicó Roser Creu, que hace 58 años que vive en esta zona.