Cualquier dato es importante para investigar un accidente de tráfico. Sobre todo ahora que es dificil calcular la velocidad a la que iba un coche a simple vista en el lugar del suceso porque los sistemas de frenado antibloqueo (ABS) no dejan huella de los neumáticos sobre el asafalto (sólo quedan marcas en casi de derrapaje).

Ahora, además de las 'cajas negras' de los coches o Event Data Recorder (EDR -grabador de información de sucesos-), el otro elemento que registra valiosa información de lo que pasa justo antes del choque es el teléfono móvil del conductor. Hace año y medio que los Mossos d'Esqudra contemplan esta posibilidad, pero para acceder al dispositivo se necesita autorización judicial, ya que suele prevalecer el derecho a la intimidad del implicado sobre la investigación del accidente. Aun así, de las cinco peticiones realizadas a los jueces por los Mossos d'Esquadra para inspeccionar el móvil de un conductor se han autorizado cuatro en el último año y medio.

Uno de estos cuatro móviles permitió aclarar que el conductor de un choque frontal que se saldó con dos muertos no había descansado ni un momento durante las 24 horas previas al suceso. El móvil fue testigo de su amplia vida social, desde participación intensiva en redes sociales, hasta la visita a un centro comercial, y a una discoteca. Había fotografías, además del recorrido registrado minuto a minuto en el dispoisitivo. Es difícil mantener la antención al volante si uno no ha parado ni un instante durante todo un dia y una noche.