Spirit y Opportunyty, las dos sondas-robot del programa Mars Exploration Rovers, le han costado a la NASA 820 millones de dólares (652 millones de euros), una cifra considerable, pero muy inferior a otros proyectos espaciales, como la ISS o los transbordadores. Y es, por supuesto, muy poco comparado con lo que el presidente Bush tiene previsto gastarse para colonizar la Luna y Marte en las próximas décadas. Tras la críticas recibidas, en su defensa salió lógicamente el jefe de la NASA, Sean O´Keefe, quien ayer calculó que a cada contribuyente de EEUU le saldría por 15 céntimos diarios.