El Gran Duque Juan de Luxemburgo, quien supervisó la transformación del Gran Ducado en un centro financiero internacional antes de abdicar y entregar el mando a su hijo, ha muerto a la edad de 98 años, ha anunciado este martes su hijo el gran duque Enrique.

"Con gran tristeza les comunico el fallecimiento de mi amado padre, su alteza real el gran duque Juan, que nos ha dejado en paz, rodeado de su familia", indicó el Gran Ducado en un comunicado.

Su infancia y juventud se vio ensombrecida por la Segunda Guerra Mundial: su familia tuvo que huir de las tropas nazis invasoras y buscar refugio en Estados Unidos y Canadá.Juan regresó a Europa en 1942 para recibir entrenamiento militar en Sandhurst, en Gran Bretaña. Sirvió brevemente como guardia en el Palacio de Buckingham antes de unirse a las fuerzas aliadas en Normandía en 1944, participando en la batalla de Caen.

Después de la guerra, Juan se casó con la princesa belga Josephine Charlotte y tuvo cinco hijos. Se convirtió en el sexto Gran Duque del país cuando su madre renunció en 1964.

Durante sus 36 años como jefe de Estado, el país, de medio millón de habitantes y enclavado entre Bélgica, Alemania y Francia, se convirtió de un remanso industrial en un centro financiero internacional.

Juan había preparado a su hijo mayor, Enrique, para que se convirtiera en su sucesor cuando le transfirió la mayoría de sus obligaciones en 1998. Se retiró de Gran Duque en el 2000.

Luxemburgo es una monarquía constitucional en la que el Gran Duque tiene el poder ejecutivo y los proyectos de ley solo se convierten en ley con su firma.