Un hombre y una mujer de nacionalidad belga fueron hallados muertos en su finca de Escorca, en el centro de la Sierra de Tramuntana de Mallorca, tras resultar intoxicados por inhalación de monóxido de carbono a causa de la combustión deficiente de una estufa, según los primeros indicios.

La Guardia Civil informó ayer domingo de que los cadáveres fueron encontrados el sábado a mediodía por agentes del instituto armado que entraron en la vivienda después de ser alertados por un conocido de la pareja de que no conseguía comunicarse con ellos por teléfono.

Los cuerpos sin vida de los ciudadanos belgas estaban en la cama y no presentaban ningún signo de violencia, por lo que todo apunta a un fallecimiento accidental por intoxicación de monóxido de carbono, un gas letal en altas concentraciones.

Además, en la casa no había ningún otro signo que denotara una causa de la muerte distinta del humo tóxico, probablemente por la combustión deficiente de una estufa de leña.

Por otra parte, una mujer y su hija, de 87 y 53 años, fueron halladas muertas en su domicilio de Yuncos (Toledo) sin signos de violencia por agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha explicaron que algunos vecinos del barrio avisaron a la Policía de Yuncos ya que hacía tiempo que no veían a las dos mujeres. Sobre las nueve de la noche del sábado la Policía avisó a la Guardia Civil y con una orden judicial los agentes entraron en el domicilio y hallaron muertas a las dos mujeres.