Cuatro ancianos --tres varones de 89, 85 y 72 años y una mujer de 92-- fallecieron ayer en el Hospital San Telmo de Palencia, donde fueron ingresados el sábado por la noche junto a otros ocho compañeros, todos ellos aquejados de vómitos y diarreas como consecuencia de una intoxicación alimentaria. Dos de los hospitalizados se encuentran en estado muy grave y los otros seis en estado grave, precisó el director del centro sanitario, Jesús Romo.

Romo advirtió de que la mayoría de los ingresados superan los 80 años. También precisó que la muerte de los pacientes sobrevino por un fallo multiorgánico derivado de la deshidratación como consecuencia del cuadro de vómitos, fiebre, insuficiencia renal y cardiaca, además de la descomposición que padecían.

Los 13 ancianos intoxicados, ingresados con otros 33 en la residencia San Marcos de Paredes de Nava (Palencia), evidenciaron los primeros síntomas cuatro horas después de la comida que se sirvió en la residencia.

INSPECCIONES Las investigaciones apuntan a que el puré de lentejas que formaba parte del menú, y que también consumieron la mayoría de los 17 empleados de la residencia, ha sido el desencadenante del brote. Los servicios sanitarios están realizando análisis bacteriológicos. Sospechan que los agentes patógenos, presentes en el puré, pueden ser salmonella o esafilococo.

El jefe del servicio territorial del Sanidad, Isidro Burón, aseguró que como primera medida se realizó una inspección en la residencia, en la que se ha constatado un estado correcto de las instalaciones y de los aparatos de frío para la conservación de los alimentos.

Además, las investigaciones se han extendido a las personas de la residencia encargadas de la manipulación de los alimentos. Han sido sustituidas provisionalmente para ver si alguna de ellas pudiera ser el origen de la intoxicación.

El director de la residencia, Oscar León, admitió que puede tratarse de una intoxicación, pero aseguró que era la primera vez que ocurría en el centro y resaltó que los servicios de Sanidad de la Junta de Castilla y León realizaron una inspección, "sin detectar ninguna anomalía".