Formaban parte de una expedición procedente de Holanda y, a pesar de que el guía fue advertido del temporal que les esperaba, el grupo siguió su ruta por las altas montañas de Sierra Nevada.

Las bajas temperaturas y la fuerte ventisca que el miércoles azotó la serranía granadina acabaron con la vida de tres de los expedicionarios, dos mujeres y un hombre, que no pudieron soportar las extremas condiciones meteorológicas a las que tuvieron que enfrentarse. El grupo de holandeses estaba integrado por 12 personas, la mayoría mujeres, que habían contratado a través de un turoperador de su país un viaje de nueve días para realizar el trayecto que separa el pueblo alpujarreño de Bubión del pico más alto de la Península, el Mulhacén. Un desafío de más de 3.400 metros que pensaron que podrían superar.

Cuando partieron, el tiempo ya era muy malo y dos de las mujeres decidieron regresar. La advertencia de un guardia forestal al guía, también holandés, les hizo recapacitar. Las mujeres aseguraron ayer que el guía hizo caso omiso al consejo y prefirió seguir con la excursión.

NOCHE EN EL REFUGIO Las bajas temperaturas y la fuerte ventisca hicieron mella en la expedición. El objetivo había cambiado y la prioridad era llegar a un refugio cercano para guarecerse del temporal, el de Poqueira, a una altitud de 2.500 metros en la vertiente sur de Sierra Nevada. Pero dos de las mujeres, J. V., de 69 años, y D. L., de 55, no pudieron llegar. A pesar de que estaban a unos pasos de la cabaña sus cuerpos cayeron rendidos en la nieve y allí fueron descubiertos ayer por el equipo de rescate de la Guardia Civil. Ya en el refugio, otro hombre, el único del grupo, K. H. de 52 años, perdió la vida congelado.

El grupo tuvo que pasar la noche en el refugio, lo que ha provocado hipotermias a varios miembros, que han tenido que recibir asistencia médica. Permanecen ingresadas en distintos hospitales siete de las mujeres, además de un excursionista vasco que trató de auxiliar a las fallecidas. "Nos encontramos con un panorama dantesco", dijo uno de los agentes que acudieron al rescate. Este se extraña de lo mal equipados que iban los turistas: "No llevaban ni ropa de abrigo ni gafas de sol".