La Policía Nacional investiga la muerte de Fernando Lumbreras, pionero de la lucha LGTBI y primer coordinador del histórico colectivo Lambda en Valencia, que fue hallado muerto en su domicilio de esta ciudad, golpeado y maniatado, unas circunstancias que apuntan a un posible homicidio.

Lumbreras, de 60 años, vivía solo en su domicilio de la céntrica calle Julián Peñas y fueron sus vecinos los que encontraron el cadáver y dieron el aviso sobre las nueve de la noche del pasado miércoles. Hacía al menos tres días que le echaban en falta y cuando accedieron a su casa se lo encontraron muerto, con las manos atadas en la espalda, un fuerte golpe en la cabeza y ensangrentado.

Al parecer había cierto desorden en la entrada de la casa, pero la puerta no tenía signos de haber sido forzada. Fuentes policiales aseguraron que en otras habitaciones sí que estaba todo revuelto. Todas las líneas de investigación están abiertas y de momento no ha trascendido ninguna detención. Está previsto que hoy, viernes, se le realice la autopsia, que debería aclarar si fueron los golpes los causantes de su muerte.

Las muestras de dolor se multiplicaron ayer tanto en València como a nivel estatal y Àlec Casanova, el actual coordinador general de Lambda, aseguró a EL PERIÓDICO que la noticia ha sido «un shock, un impacto brutal que el colectivo está intentando digerir». Lumbreras era «un referente fundamental en la lucha» y «un ejemplo del que todavía teníamos mucho que aprender», subrayó Casanova. «Ser visible en la época en la que él empezó a serlo era muy duro y de ser muy valiente como era él. Era cariñoso, amable, tierno y una bellísima persona. Si ya es grave el asesinato, nos parece inconcebible el ensañamiento», denunció.

Sin pistas aún de las motivaciones del crimen, Casanova anunció que si lo ocurrido es un crimen de odio, Lambda «actuará en consecuencia». «No podemos dejar impune ningún delito de odio, pero Fernando era un hermano de lucha y haremos cualquier acción que haga falta para que el peso de la justicia caiga sobre los responsables», anunció.

GAY ENTRE MILITARES

Nacido en Melilla e hijo de un legionario, Lumbreras contó recientemente en un perfil audiovisual -realizado por unos alumnos del campus de Gandía de la Universidad Politécnica de Valencia- cómo descubrió su homosexualidad: «Cogido del brazo de mi novia entré en una discoteca de ambiente gay y me vi a dos señores barbudos dándose un beso de tornillo y me agarré y le dije ‘Ay Amparito, sujétame que aquí me pierdo’. En ese momento, casi en plan revelación, lo tuve claro: ‘Está claro Fernando, eres un maricón’», contaba. También relató cómo se ganó «el respeto» de su padre. «Entendió que nadie me iba a hacer agachar la cabeza por la calle», rememoraba Lumbreras, y cómo desde que tuvo clara su orientación sexual sintió «la necesidad de encontrarse con iguales y reivindicar el derecho a la diferencia». Inició su militancia aún en el franquismo, lo que obligaba a la clandestinidad.

En una entrevista en el periódico Levante, Lumbreras aseguró que tuvo que ser él quien en 1979 firmara la petición de solicitud del permiso para la primera manifestación del Orgullo Gay en Valencia, dos años después de que Barcelona hubiera abierto el camino y en la que consiguieron juntar a más de 2.000 personas.

«No fue nada fácil. Tuvimos que ir a Gobernación a pedir el permiso. Era muy embarazoso, porque era un compromiso y nadie se atrevía a firmar con su nombre y apellidos. Lo firmé yo, porque como ya había hecho mi propia revolución, encima era hijo de legionario», narró.