Casi no puede hablarse de un personaje famoso al que no haya matado la voluntad de Twitter, que no pocas veces ha alertado de muertes reales antes que las agencias. Entre los casos más reiterados figuran los de Fidel Castro, Hugo Chávez (hasta que fue verdad), y Barack Obama, al que casi matan en un falso atentado. Por el camino al cielo de las redes han ido también Justin Bieber, Lady Gaga o Britney Spears. Algunos bulos han sido más truculentos, como ocurrió con el caso del fallecido Paul Walker, al que algunos se empeñaron en resucitar tras su accidente.