Pese a que deben readmitirla, no va a volver. Gemma Campos, trabajadora de una empresa textil de Igualada, fue despedida dos días después de denunciar que su jefe la acosaba moral y sexualmente. Un juez de Barcelona no sólo ha fallado que el despido es nulo, por injustificado, sino que ha fijado en 18.000 euros (2.994.000 pesetas) la indemnización por daños y prejuicios morales. Esta es una de las cantidades más altas para una mujer fijadas por la jurisdicción social en un caso de estas características.

"Te voy a partir en dos", "estás buena" y "te deseo". Son tres de las expresiones que, según recoge la sentencia, el empresario le dedicó a la trabajadora.

TOCAMIENTOS También quedan acreditados los tocamientos y un beso robado. Cuando Gemma hizo pública una situación que aguantó durante años por miedo a perder el trabajo, llegó la carta de despido.

La empresa, en su carta, argumentó que la despedían "al haber realizado ofensas verbales al empresario así como al personal de la empresa (...) e incurrir en una falta de disminución continuada y voluntaria en el rendimiento de trabajo normal". Sin embargo, no especificaba qué tipo de ofensas ni a quién.

La víctima acudió al juzgado para obtener la nulidad del despido pero no ha presentado denuncia por la vía penal. El titular del Juzgado de Lo Social número 28 de Barcelona ha fallado que el despido es nulo por "vulneración de derechos fundamentales que protegen su dignidad, libertad, igualdad y no discriminación por razón de sexo".

ACUSACIONES A DURAN Por otro lado, el expresidente de la ONCE, Miguel Durán, declaró ayer como imputado por las acusaciones de acoso de su antigua secretaria Laura G. C.. La denunciante aduce que la acosó en un negocio privado. El la había denunciado antes por deslealtad.