El cadáver de la mujer hallado el martes en el pantano de Susqueda, que apareció junto al de un hombre y que supuestamente se corresponden al de la pareja de jóvenes desaparecida el pasado 24 de agosto, presenta un disparo de bala en la cabeza, según informan fuentes de la investigación.

Los forenses practicaron ayer las autopsias y confirmaron que el cadáver que se presume como el de Paula M.P. muestra un agujero de entrada y uno de salida que correspondería a un proyectil de arma de fuego.

De todos modos, los expertos no han conseguido identificar todavía los cuerpos a causa del mal estado que presentan después de más de un mes bajo el agua, aunque se espera hacerlo en breve.

El cadáver del hombre, supuestamente Marc H.L., presenta heridas en el tórax, que podrían corresponder a un ataque con un objeto contundente, arma blanca o de fuego, lo que daría validez a un testimonio de una persona que vive cerca del pantano y que asegura que el día de la desaparición oyó cuatro disparos y un grito.

Los investigadores rastrearán el pantano en los próximos días en busca de nuevas pruebas relacionadas con el caso después de la realización de las autopsias.

La policía cree que se trata de un doble crimen y que al menos serían dos los asesinos que acabaron con la vida de la pareja y que intentaron que los cadáveres desaparecieran bajo el agua con mochilas llenas de piedras.

Los dos cuerpos aparecieron desnudos, uno flotando en el agua y el otro sobre una pared del pantano, posiblemente a causa de un descenso del nivel del embalse al término del verano.