La policía inglesa sospecha que el científico Stephen Hawking puede estar siendo objeto de malos tratos. El matemático, de 62 años, al que una esclerosis lateral mantiene paralizado en una silla de ruedas y sólo puede comunicarse con la ayuda de un ordenador, habría sufrido "heridas inexplicables".

Los detectives han interrogado a 10 enfermeras que, en distintas etapas, han cuidado a Hawking, quien en varias ocasiones, durante los últimos años, ha tenido que ser ingresado en algún hospital con lesiones menores, como una muñeca fracturada, magulladuras en la cara y cortes en los labios. Una de las cuidadoras ha acusado a la segunda esposa del científico, Elaine Hawking, de 53 años, de comportamiento abusivo y cruel.

Siempre está enfadada

"Ella deja que él se deslice dentro de la bañera hasta que el agua le entra por el agujero de la garganta", ha declarado la sanitaria al diario The Times. "También le quitó la botella que utiliza para sus necesidades y le dejó que se orinara encima", señala la enfermera, quien recordaba cómo "ella le dejaba en el jardín sin el ratón del ordenador, con lo que no podía hablar ni llamar a nadie". La esposa de Hawking le grita, le insulta, le llama "lisiado" e "inválido", según afirma la cuidadora. "Los abusos verbales son increíbles. Su boca es una cloaca. Siempre está enfadada", añade.

Elaine, que fue enfermera del matemático antes de casarse con él, será interrogada por la policía. La actual investigación se abrió después de que el pasado mes de agosto, en el día más caluroso del año, el científico sufriera una insolación y quemaduras de diverso grado, tras ser abandonado en el jardín. Fueron las cuidadoras las que contactaron con la policía.

Hace tres años, los agentes ya abrieron otra investigación por malos tratos, pero el autor de Breve historia del tiempo se negó a colaborar. La Universidad de Cambridge, que contrata a las enfermeras, negó ayer, por boca de un portavoz, "cualquier posibilidad" de que esa institución docente "haya puesto en peligro el bienestar del profesor Hawking".

La presunta víctima está ingresada en el hospital reponiéndose de una neumonía. La policía desearía poder hablar con él, pero no espera mucha colaboración.

"No quiero que se invada mi vida privada. No hay base alguna para esas alegaciones", declaró la pasada semana el enfermo, quien siempre ha negado cualquier agresión.