UNA MUJER BELGA , de origen congoleño, se quemó ayer a lo bonzo en una céntrica plaza de Luxemburgo porque le habían denegado el permiso para abrir un comercio. Justo antes de prenderse fuego, varios testigos la oyeron proferir gritos de "víctima de racismo". La mujer sobrevivió, aunque se encuentra ingresada en estado de extrema gravedad.