El Museo del 11-S en Nueva York abrirá sus puertas el próximo 21 de mayo. El presidente del memorial, el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, ha afirmado que "el museo será la respuesta a la violencia de los ataques del 11-S y cuando abra sus puertas recordará las historias de heroísmo y valor y el espíritu decidido del que fuimos testigos aquel fatídico día".

El museo formará parte del Memorial del 11-S, abierto diez años después de los atentados y presidido desde entonces por dos enormes piscinas en la base donde estaban las Torres Gemelas, diseñado por Michael Arad y Peter Walker.

Dentro del museo

Los responsables del nuevo centro han indicado en un comunicado que la historia de lo ocurrido el 11-S se contará a través de objetos personales, fotografías, grabaciones de audio y vídeo, testimonios en primera persona y otros objetos de recuerdo. Las dos muestras centrales estarán en los cimientos del original complejo del World Trade Center (WTC)en la que se rendirá tributo a las 2.983 víctimas del 11-S y del primer atentado contra el WTC en 1993.

La exposición histórica recogerá testimonios de lo que ocurrió el 11-S en los tres lugares atacados por los terroristas y el resto del mundo, explorará los motivos que llevaron al atentado, examinará las consecuencias y mostrará cómo el 11-S sigue marcando el mundo. El museo albergará también en un lugar cerrado al público los restos de las víctimas que no han podido ser identificadas, hecho que ha vuelto a reabrir la polémica entre algunos de los familiares de los afectados.

Controversia

La ciudad de Nueva York planea trasladar este año al museo los restos que se encuentran bajo custodia de la Oficina del Forense, según indicó a la cadena CNN su portavoz, Julie Bolcer. Sin embargo, el memorial ha confirmado que no estarán expuestos al público. Un grupo de familiares de víctimas del 11-S acudió a un juzgado de Nueva York en el 2011 para solicitar que fueran consultados sobre el traslado de los restos y pidió un audiencia en el Congreso pero ninguna de las iniciativas prosperó.

Los cinco días previos a la apertura oficial, el museo abrirá sus puertas las 24 horas del día para los supervivientes, los familiares de las víctimas, los trabajadores de los equipos de emergencia y los vecinos del Bajo Manhattan afectados por los atentados. La construcción del Museo del 11-S no ha estado exenta de polémica y las obras llegaron incluso a estar paralizadas durante casi un año por agrias disputas sobre la financiación y el mantenimiento del centro.

Desde el 2009, turistas y neoyorquinos pueden visitar un centro de visitantes que sirve como avance del museo y que fue construido a pocos metros de la llamada 'zona cero' de Manhattan, donde se ven artículos de recuerdo relacionados con los atentados.