Al estilo de una película de Hollywood, encapuchados y empujando a todo aquel que se les pusiera por delante. Así se presentaron ayer una veintena de personas en el Hospital de La Línea de la Concepción (Cádiz) para rescatar a un narco que había sido detenido poco antes tras una persecución policial y estaba herido. El narco escapó pero uno de sus secuaces pudo ser detenido y esposado a una tubería del hospital por los dos agentes que custodiaban al arrestado.

La situación ha puesto de manifiesto la escasez de dotación policial en la zona, donde los narcos «campan a sus anchas y con total impunidad», según denuncian las coordinadoras antidrogas e incluso la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). PSOE e IU ya han pedido explicaciones al ministro de Interior, mientras que el alcalde anunció la puesta en marcha de un plan especial de seguridad ante la «alarma social existente».

La Policía Nacional mantiene desde la tarde del martes un importante dispositivo policial en distintos puntos de la localidad para localizar a los encapuchados y al narco liberado. Una situación que fue aprovechada por otros narcos para descargar lanchas con hachís en algunas de las playas menos vigiladas, según recogía la prensa local.

«El narcotráfico campa a sus anchas por este municipio, donde se agrede a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, se alija droga a plena luz del día o aparecen sofisticados radares tecnológicos para controlar» a las fuerzas de seguridad, denuncian desde la coordinadora de asociaciones antidroga Alternativas, cuyo coordinador Francisco Mena calificó lo ocurrido en la sala de espera del hospital como «vergonzoso y bochornoso».

Los hechos

El rescate se produjo en torno a las 16 horas. Poco antes, varios agentes de policía habían interceptado a un grupo de delincuentes en motocicleta, y tras una persecución uno de ellos chocó con una glorieta, momento que aprovecharon para detenerle. Al identificarle comprobaron que era S.C.D., conocido por la Policía y con varias reclamaciones judiciales pendiente por tráfico de drogas, por lo que antes de ponerlo a disposición judicial lo llevaron al centro sanitario para curarle las heridas. Los agentes sospechan que la acompañante que iba con él, y que se bajó para facilitarle la huida, fue quien alertó a sus secuaces.

El narco estaba en la sala de urgencias junto a otros pacientes, esperando a ser atendido por los médicos y muy alterado, vociferando e insultando a los agentes. De repente, cuando ya estaba en la sala de curas, los encapuchados llegaron al hospital a bordo de varios todoterreno e irrumpieron en su interior, empujando y golpeando a quien se cruzaba en su camino y provocando el pánico entre pacientes y personal sanitario. Tras forcejear con los agentes, a los que dejaron heridos leves, lograron rescatar al delincuente y darse a la fuga, aunque uno de ellos fue interceptado por los dos policías.

El asalto ha sido la gota que ha colmado el vaso de las autoridades locales y coordinadoras antidroga, que reprochan que aunque el pasado verano se aumentó la dotación policial a raíz de un incidente en el que falleció atropellado un agente, fue un dispositivo temporal que desapareció a los pocos meses.