La NASA ha lanzado este miércoles desde la base de Cabo Cañaveral (Florida, EEUU.) el satélite TESS, que analizará durante los próximos dos años alrededor de 20.000 exoplanetas, lo que supone una de las misiones más ambiciosas de la agencia estadounidense.

El despegue del cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX, en donde viaja el satélite, se produjo sin problemas a las 18.51 hora local (22.51 GMT). El lanzamiento se debía realizar con un cohete Falcon 9 de la compañía espacial SpaceX, propiedad del magnate de Tesla Elon Musk, en la noche del lunes, pero fue aplazadohasta el miércoles por problemas técnicos de última hora.

"Esperamos que TESS nos ayude a responder si nuestro sistema solar es común o es único. Hay planetas y galaxias muy raros y extraños; mundos acuáticos, cubiertos en lava...", señala en una entrevista con Efe Natalia Guerrero, investigadora de TESS en el MIT.

El satélite, que buscará exoplanetas orbitando estrellas situadas a menos de 300 años luz de la Tierra, se basará en los datos ya recopilados por el telescopio espacial Kepler, el cual ha estado en órbita durante nueve años y ha confirmado la existencia de más de 2.600 exoplanetas.

Para poner la magnitud de la misión lanzada este lunes en contexto, Guerrero dijo que TESS va a estudiar un área 350 veces más grande que la que investigó Kepler, que finalizó su tarea con éxito en el 2013.

"Ahora vamos a poder estudiar planetas individuales y comenzar a hablar sobre las diferencias entre ellos. Este es el comienzo de una nueva era fantástica de investigación de exoplanetas", apuntó en declaraciones a NASA TV Stephen Rinehart, científico del Centro Goddar de la NASA en Maryland (EE.UU.).

Las expectativas de la NASA pasan por ampliar en unas 20.000 el catálogo de planetas más allá del Sistema Solar, y de que unos 550 de ellos puedan encajar puedan ser similares a la Tierra o encajar en la categoría de 'supertierras', con un tamaño superior no más de dos veces el de nuestro planeta. Si se encuentran a la distancia adecuada de su estrella, este tipo de planetas rocosos son los mejores candidatos a albergar alguna forma de vida, más que los gigantes gaseosos o sus satélites.

Con la medida de una lavadora aproximadamente y equipado con cuatro cámaras de alta sensibilidad, TESS tardará 60 días en alcanzar una órbita elíptica elevada. Como Kepler, TESS utiliza el método de detección fotométrico basado en la detección de las variaciones en la luminosidad de las estrellas causadas por el tránsito de planetas entre estas y el punto de observación, pero en su caso tiene capacidad para rastrear una porción 20 veces mayor del universo, en concreto 200.000 estrellas preseleccionadas, especialmente enanas rojas, que tienden a tener planetas rocosos orbitando a menores distancias y, por lo tanto, más fácilmente detectables.