El Mar de Alborán se convirtió el sábado una vez más en un corredor de muerte para 47 inmigrantes, en su mayoría de origen subsahariano, que desafiaron el temporal en una patera que naufragó y se lanzaron al agua para intentar llegar a las playas de Melilla. A punto estuvieron de lograrlo, y los cuerpos de 21 de ellos fueron localizados la misma tarde del sábado por un ferri de la compañía Transmediterránea a cuatro millas de la costa y frente al Cabo Tres Forcas, ya en territorio marroquí. Las fuerzas de seguridad de este país se encargaron de rescatar los cadáveres, que fueron conducidos a la morgue de Nador, mientras que ayer domingo continuaron las labores de búsqueda por mar y aire aunque sin muchas esperanzas de hallar a los 26 desaparecidos con vida.

El reino alauita no ha dado de momento datos de los cuerpos rescatados, aunque entre ellos estarían al menos los de tres mujeres, según AFP. Fue la activista Helena Maleno, de la oenegé Caminando Fronteras quien dio detalle de los pasajeros, transmitiendo el pésame a las familias de los inmigrantes fallecidos, originarios de Malí, Guinea Conakry y Costa de Marfil.