La televisión que se emitirá a partir de Navidad no será la misma que la de ahora. Al menos, ésta es la intención del Gobierno, que ayer mantuvo un encuentro con los representantes de RTVE, Tele 5, Antena 3 y Sogecable. Tras la reunión, las cadenas no quisieron comparecer ante los medios de comunicación. Sí lo hizo la vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, que dio fe de la "plena sintonía" entre ambas partes --Gobierno y cadenas-- para poner fin a la telebasura en horario infantil (de seis de la mañana a diez de la noche). El objetivo es que este tipo de contenidos desaparezcan de las parrillas a finales de diciembre.

Al encuentro, celebrado en la Moncloa, acudieron Fernández de la Vega y el ministro de Industria, José Montilla. La otra parte estuvo representada por el presidente de Tele 5, Alejandro Echevarría; el de Antena 3, José Manuel Lara; el director general de Sogecable (Canal +), Carlos Abad; y la directora general de RTVE, Carmen Caffarel.

Tras la reunión, Fernández de la Vega confirmó que el Ejecutivo y las televisiones formarán esta misma semana un grupo de trabajo para redactar un "código de corregulación" (no habló de autorregulación). Ese documento deberá estar redactado en el "menor plazo posible", según recalcó la vicepresidenta.

En principio, se baraja la posibilidad de finales de noviembre o principios de diciembre. Una vez que esa recopilación de normas tenga el visto bueno de ambas partes, su aplicación será "inmediata" en las cadenas públicas y privadas.

COMISION DE SEGUIMIENTO El propósito del Gobierno es que el código no se quede en una simple declaración de buenas intenciones, algo que ya ocurrió con el convenio de autorregulación firmado en 1993. Los telespectadores, según Fernández de la Vega, podrán constatar los cambios concretos "en las próximas fiestas de Navidad".

Para comprobar que, de verdad, los espacios basura quedan eliminados de las parrillas, se establecerá una "comisión de seguimiento" en la que estarán representados tanto el Ejecutivo como las cadenas y las asociaciones de usuarios. Si alguna de las teles incumple las reglas del futuro código, el Gobierno impondrá las sanciones previstas en la ley de televisión sin fronteras, que data de 1994. Una vez que reciban el expediente, las cadenas estarán en su derecho de acudir a los tribunales para que, finalmente, éstos decidan quién tiene razón.

La norma de televisión sin fronteras fue incorporada a la legislación española por mandato europeo en 1994, pero se quedó en papel mojado, ya que todas las teles se la saltan de manera descarada. "La ley --reconoció Fernández de la Vega-- se incumple de forma sistemática, pero estamos decididos a trabajar para poner remedio a una situación que dura demasiado tiempo".

SERIOS PERJUICIOS La ley prohíbe a las cadenas emitir, de seis de la mañana a diez de la noche, programas o escenas que "puedan perjudicar seriamente el desarrollo físico, mental o moral de los menores". También veta los que "fomentan el odio, el desprecio o la discriminación". Las penas van desde las multas económicas hasta la obligación de retirar o modificar contenidos. En casos extremos, la norma autoriza al Gobierno a retirar la concesión de la licencia a la TV privada.

Fernández de la Vega negó que las televisiones tuvieran una postura contraria a la del Gobierno. "La voluntad del Ejecutivo es absolutamente compartida por los empresarios. Coincidimos en que los menores deben ser tratados como tales, y no como adultos. Actualmente, hay miles de niños indefensos ante la televisión", subrayó.

Para despejar posibles dudas de intervencionismo, la vicepresidenta dejó claro que el Gobierno no se inmiscuirá en la libertad de empresa ni dictará a las televisiones lo que deben emitir. Su cometido sólo será "velar" para comprobar que los programas "se ajustan a la ley".