Después de dos días de nevadas copiosas en el centro de la península Ibérica, en algunas zonas con graves problemas para la movilidad, para este lunes la previsión meteológica anuncia una caída dramática de las temperaturas. La nieve, pues, puede convertirse fácilmente en hielo, con todos los riesgos que eso comporta, avisa la Agencia Estatal de Meterología (Aemet). El frente de precipitaciones intensas que este fin de semana ha regado España de oeste a este dará este 8 de enero sus últimos coletazos en el litoral de Gerona y en Menorca, donde se ha activado un aviso por concentración de lluvias.

El frío será especialmente riguroso en Guadalajara, una provincia para la que Aemet avisa de que existe una alerta elevada, de nivel naranja. Los termómetros de desplomarán hasta los 8 grados bajo cero en zonas habitadas. También hay riesgo -aunque algo menor- en las ocho provincias de Castilla y León, en Madrid, en las castellano-manchegas de Toledo y Cuenca (además de la ya citada de Guadalajara), en Cantabria, en La Rioja y en las aragonesas de Zaragoza y Teruel.

Fuera de este perímetro que conforma el centro de España, hay asimismo avisos para las zonas montañosas de Lérida, Barcelona y Gerona y para las de Granada. También en Andalucía, se esperan nevadas en el interior de Málaga y de Jaén.

Placas de hielo

¿Qué significa esto? Pues que con los grosores de nieve que se han acumulado estos últimos días (de algún metro y pico en algunas zonas), el descenso de temperaturas añade el peligro añadido del hielo, que amenaza no solo la movilidad, sino que también puede afectar a los suministros de servicios básicos como luz y agua. Los servicios de protección civil aconsejan extremar la precaución y evitar los desplazamientos en la medida de lo posible, por la aparición de placas de hielo.

Quienes tengan que salir de casa es útil que lleven consigo ropa de abrigo y un teléfono móvil con batería de recambio o cargador de automóvil. Y en caso de quedar atrapado en la nieve (como ha ocurrido este sábado a unos 3.000 conductores y sus familias), se aconseja permanecer en el coche, con la calefacción puesta, renovando cada cierto tiempo el aire, y vigilar que el tubo de escape no esté obstruido para evitar que los gases penetren en el interior del vehículo.

Agua para los ríos

La buena noticia es que este frente (de nieve y de lluvias abundantes) ha dejado registros importantes en las cabeceras de los ríos, después de varios meses de sequía o de precipitaciones escasas. Los embalses han podido recargar reservas. Solo durante la jornada del domingo, hasta las cinco de la tarde, en la localidad cántabra de Soba se habían recogido más de 58 litros de agua, mientras que en Torla (Huesca), Martinet de Cerdanya (Lleida) y Prats de Lluçanès (Barcelona) rondaban los 40 litros, según información recogida por la Aemet.

El temporal vino acompañado de viento (en el Alt Empordà, un pequeño tornado causó destrozos y cortes de luz en las localidades de Terrades, Cistella y Navata) y de una bajada significativa de los termómetros, que en la estación de La Covatilla (Salamanca) cayeron ya hastao los 6,9 grados negativos. En Baqueira, llegaron a -6,2ºC y en Navacerrada, a -6,1ºC.