Un despiste unido a la mala fortuna. Un niño de 2 años falleció el martes en Sevilla a causa de un golpe de calor tras permanecer en el interior de un coche con las ventanillas cerradas durante media mañana.

Al parecer, el padre olvidó que el menor estaba en el asiento trasero y llevó a cabo sus gestiones laborales habituales, hasta que tres horas después descubrió a su hijo semiinconsciente. Un juzgado investiga si hubo negligencia por parte del hombre.

El suceso se produjo el viernes de la semana pasada, día en el que la temperatura en Sevilla rondaba los 40 grados. Según fuentes de la investigación, el bebé --Guillermo, que iba a cumplir 2 años en agosto-- salió con su padre de casa hacia las 9.30 horas. Todo indica que el hombre tenía la intención de llevar al niño a la guardería, en la que fue inscrito a inicios de mes.

Pero la falta de costumbre o la mala suerte se interpuso. El pequeño se quedó dormido en la silla especial para bebés y el padre tomó el camino habitual hacia su puesto de trabajo en un instituto de secundaria en la localidad de Camas. Allí se olvidó de la presencia del menor y participó en una reunión de profesores, hasta que sobre las 12.30 horas regresó al aparcamiento descubierto en el que había estacionado anteriormente el coche.

En ese momento descubrió que el pequeño se encontraba en el interior del vehículo. El niño estaba semiinconsciente, por lo que decidió llevarlo al centro de salud de la localidad. Allí los médicos comprobaron que presentaba convulsiones y una temperatura corporal de 43 grados, así como síntomas de una grave deshidratación. Ante su estado crítico, los facultativos decidieron enviarlo al Hospital Infantil Virgen del Rocío de la capital hispalense, donde ingresó en coma y con daños cerebrales irreversibles.

TERCER CASO Tras cuatro días con ventilación mecánica asistida, el pequeño falleció el martes a causa del golpe de calor. El Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla se ha hecho cargo de la investigación para determinar si el padre, que está destrozado, incurrió en una supuesta negligencia. El niño fue incinerado el miércoles tras practicarle la autopsia. La familia donó los órganos. Este es el tercer caso similar que se conoce en lo que va de mes.

El primero se produjo en la localidad francesa de Saint Marcel la semana pasada, cuando un padre se despistó y dejó a su hija de 3 años todo un día dentro del coche. No descubrió que la pequeña había fallecido hasta que llegó a casa.

Apenas 10 días antes, otro niño de 2 años y medio murió en Pont de Chéruy, también en Francia, cuando el padre, en estado de shock tras ser testigo de un accidente, lo olvidó en el vehículo.