Si para cualquier enfermo conviene reducir el tiempo de estancia hospitalaria al máximo, esta premisa es primordial en el caso de enfermos con múltiples patologías o edad avanzada, para los cuales una infección hospitalaria puede ser mortal. Por ello, los especialistas en cronicidad demandan centros de atención intermedia, como pueden ser los hospitales de día. Hay muchos repartidos por España, como el hospital de día del corazón de Salamanca, que en su primer año de funcionamiento atendió a más de 1.600 pacientes.

Según el reciente estudio publicado en la Revista Española de Cardiología, este centro sanitario permitió que el 67% de los procedimientos invasivos no requiriera hospitalización al uso, «con el consecuente ahorro económico y sin que suponga un deterioro de la calidad asistencial», según destaca la doctora María Gallego Delgado, autora de la investigación y miembro de la Sociedad Española de Cardiología. El ahorro en hospitalizaciones se ha estimado en más de 70.000 euros.

El motivo más frecuente de visita al hospital de día fueron las revisiones clínicas y el diagnóstico más común, la insuficiencia cardiaca, una de las enfermedades cardiovasculares más prevalentes: afecta al 2,7% de la población mayor de 45 años y representa entre el 2 y 3% del gasto sanitario.

Las nuevas tecnologías pueden resultar clave para trasladar los servicios asistenciales al domicilio y promover hábitos saludables. De hecho, el mayor estudio en telemedicina realizado en España, en concreto en la Comunidad Valenciana, ha dado buenos resultados: la monitorización de pacientes a distancia ha reducido más del 50% las urgencias en atención primaria y un 32% las hospitalarias.

La iniciativa se puso en marcha en el 2011. Han participado seis centros de salud y 500 pacientes -con una media de edad de 73 años y enfermedades crónicas como la diabetes o la insuficiencia cardiaca- a los que se dispensaron aparatos para que desde sus casas midieran la tensión arterial, la glucosa o el peso, entre otros parámetros. Una tablet registraba los valores y los transmitía al médico y la enfermera, con un sistema de alertas individualizado tanto ante determinados resultados como si el afectado no tomaba las medidas.

«Lo que se ha buscado es detectar la descompensación de forma precoz y motivar al paciente en los cuidados», explica el coordinador del proyecto llamado Valcrónic, el doctor Domingo Orozco.

El programa ha demostrado que también las personas mayores pueden adaptarse a utilizar las nuevas tecnologías, ya que únicamente un 15% de los enfermos abandonaron el programa.