La violencia machista está protagonizando un trágico inicio del 2017. El asesinato ayer en Daimiel (Ciudad Real) de una mujer de 46 años y de su hija de 18 años a manos de un marido en trámites de separación ha elevado al menos a 10 el número de víctimas mortales de malos tratos en lo que va de año, una cifra que a estas alturas de febrero solo se había alcanzando en el 2011 y el 2016.

El agresor de Daimiel, de 57 años, fue detenido pocos minutos después de que hacia las 9 horas de la mañana acuchillara a las dos mujeres. Una vecina dio la voz de alarma a las 09.11 y cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron al domicilio, encontraron al presunto agresor en calzoncillos, con el cuchillo en la mano, en estado de shock. Tras ser detenido pasó a disposición judicial. No le consta a la policía que existiera denuncia previa ni orden de alejamiento, pero sí se ha sabido que la mujer había visitado dos veces el Centro de la Mujer de Daimiel. Allí le había contado a la psicóloga que estaba en trámites de separación de una pareja con la que solo llevaba tres años de matrimonio.

De las 10 mujeres asesinadas en lo que va de año, solo una había llevado su caso ante la policía. Se trata de la profesora universitaria de química de Rivas Vaciamadrid Matilde de Castrio Hernández (40 años). Tras menos de un año de relación con Nelson Enrique Parra Tabares, de 20 años, le interpuso una denuncia por maltrato, pero no sirvió de nada. La policía calificó su caso de bajo riesgo y la orden de protección dictada no preveía medidas excepcionales. Nelson acuchilló a Mati, como así la conocían sus amigos, durante la fiesta de Nochevieja. En otro de los casos, la denuncia la habían presentado los familiares de la víctima pero esta paralizó el procedimiento al no confirmarla. A las mujeres muertas hay que añadir el asesinato de Damaris, un bebé de casi un año, en el Hospital La Paz de Madrid por parte de su padre, que se arrojó junto a él al vacío para vengarse de su madre.

La subcomisión del Congreso de los Diputados encargada de alcanzar un pacto de Estado contra la violencia de género inició precisamente ayer sus trabajos.

Por otra parte, la autopsia de los tres cadáveres de una misma familia localizados en la tarde del domingo en el municipio pontevedrés de A Estrada ha permitido empezar a esclarecer el caso. No parece tratarse de violencia machista. La hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil es que primero se suicidó la mujer, luego el marido mató a la suegra y después acabó con su vida. El crimen sería, pues, de violencia doméstica.