El nuevo director general de Tráfico, Pere Navarro, puso en duda ayer que incrementar el importe de las multas sirva para bajar la siniestralidad. "No tengo claro que el problema sea subir la cuantía de las multas. Lo que hay que hacer es que las normas se cumplan y las sanciones se paguen", dijo en sus primeras declaraciones públicas tras la toma de posesión en su cargo. Navarro, comisionado de Movilidad de Barcelona los últimos cinco años, aterrizó el lunes en Madrid y, tras despachar con su antecesor, Carlos Muñoz-Repiso, juró ayer su cargo ante el ministro del Interior, José Antonio Alonso.

CONTRA LA RESIGNACION Tras el acto, Pere Navarro recibió a la prensa con esta declaración de principios: "Cuando he encendido el teléfono móvil esta mañana he recibido un mensaje que me informaba de que en las últimas 24 horas se habían producido 10 accidentes y 11 muertos. No podemos resignarnos a recibir este tipo de mensajes cada mañana. Rebajar el número de accidentes será la prioridad absoluta".

Para lograr este objetivo, la primera medida que tomará el nuevo responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT) será "poner en marcha lo antes posible" el carnet por puntos, "un encargo del ministro y un compromiso del programa electoral". Sobre este sistema apeló al sentido común. "Si ha funcionado, no sólo en Suecia o Gran Bretaña sino en Francia e Italia, dos sociedades muy parecidas a la nuestra, no tenemos por qué inventar nada", señaló.

Más allá de rechazar el aumento en la cuantía de las multas, Navarro no quiso avanzar sus ejes de actuación. Cuando se le inquirió sobre los límites de velocidad y las tasas de alcoholemia, pidió "tiempo para valorar y estudiar pros y contras y tener una opinión elaborada". En lo que va de año la cifra de muertos en la carretera ha bajado un 12,3%, según datos facilitados ayer.