La Conferencia Episcopal Española (CEE) pasó ayer a la ofensiva al presentar una campaña contra la eutanasia y anunció otras tres iniciativas para antes del verano contra las reformas sociales del Gobierno (aborto, matrimonios homosexuales y clase de Religión).

"Vamos a llevar a pie de calle los puntos de vista católicos sobre los temas de más interés para movilizar las conciencias y fortalecer la fe", anunció el secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.

Los obispos han ordenado a sus diócesis que las 23.000 parroquias activen la iniciativa Toda una vida, para ser vivida , destinada a luchar contra la eutanasia. Durante la operación se distribuirán un total de 7,5 millones de folletos desplegables en castellano, euskera, gallego y catalán, con un coste económico que alcanzará los 84.141 euros (14 millones de pesetas). Los impresos, según sus promotores, tratan de ofrecer la respuesta católica a mensajes simples, pero "no veraces", extendidos sobre la eutanasia.

PROTESTAS EN LA CALLE "La eutanasia es una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro", advierten los folletos desplegables que se difundirán. También destacan que la legalización de la eutanasia "precipitaría graves consecuencias sociales", ya que algunas personas enfermas "podrían ser fácilmente eliminadas sin su consentimiento", y que la vida no se encuentra a disposición del individuo "como si fuera una finca o una cuenta bancaria", porque su dignidad "tiene su origen y principio en Dios".

Martínez Camino insistió en que se trata de una iniciativa destinada a que los católicos sepan sobre este asunto que su postura es "más humana, más esperanzadora y más racional" que las otras. "La Iglesia no le tiene miedo a la muerte y es maestra en el arte del bien morir", subrayó el portavoz episcopal.

La Conferencia Episcopal, según informó su portavoz, no ha convocado ninguna manifestación en las calles contra el diseño de la clase de Religión y otras reformas del Gobierno. No obstante, Martínez Camino, advirtió de que los "grupos de cristianos que consideren que se atenta contra sus derechos están legitimados para hacerlo".

El encargo ya ha sido asumido, después del envío de una carta dirigida a ocho millones de padres por parte de la Conferencia Episcopal Española, por los denominados movimientos de apostolado seglar, como los ultraconservadores Legionarios de Cristo, Neocatecumenales y Comunión y Liberación.