Los obispos mostraron ayer su preocupación por cómo queda la asignatura de Religión con la reforma educativa del Gobierno del PP, que deja a elección de las comunidades y centros el número de horas en Primaria y no es de oferta obligatoria para los alumnos en Bachillerato. El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, explicó en rueda de prensa las principales decisiones tomadas por la Comisión Permanente, reunida los días 25 y 26, y destacó que el tema de las clases de Religión ha sido uno de los abordados por los obispos.

Gil Tamayo aseguró que este asunto fue tratado, asimismo, en la reunión que mantuvieron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el de la CEE, Ricardo Blázquez, el pasado día 25. Tamayo dijo que Rajoy acogió "con interés" la preocupación de Blázquez. Gil Tamayo afirmó que el Gobierno debe establecer un mínimo de horas para la asignatura de Religión con el desarrollo de la reforma educativa a través de un real decreto para que no dependa de la decisión de las comunidades o de los propios centros. Los obispos lamentaron que con la reforma educativa del PP la asignatura de Religión quede reducida a la mitad y a merced de decisiones políticas o de los centros educativos, a diferencia de ahora con la Ley Orgánica de Educación (LOE), que es del PSOE.

SOBRE EL ABORTO Gil Tamayo se pronunció también sobre la reforma de la ley del aborto, sobre la que volvió a mostrar su disconformidad con la posibilidad de que la malformación del feto sea considerada como una causa legal para abortar. "Vamos a procurar no tarifar la vida humana con unas categorías de calidad", pidió el portavoz.