La Policía Nacional ha liberado a seis mujeres de nacionalidad rumana que eran obligadas a ejercer la prostitución en la calle Montera de Madrid durante once horas diarias, con servicios sexuales cada 15 minutos y sin protección, y ha detenido a los cinco miembros de la red que las explotaba.

La investigación comenzó al detectarse la presencia de una organización criminal rumana que podría estar cometiendo delitos relacionados con la trata de seres humanos con fines de explotación sexual en la citada calle. Tras diversas pesquisas, los agentes comprobaron que las mujeres eran captadas en Rumanía y trasladadas en autobús hasta Madrid bajo el engaño de un trabajo en la hostelería.

Una vez en España, eran alojadas en un piso cercano a la calle Montera y obligadas a ejercer la prostitución en la zona, donde vivían en unas condiciones insalubres. Estaban hacinadas y dormían en colchones esparcidos por el suelo.

Para conseguir un mayor beneficio económico, la red obligaba a sus víctimas a mantener relaciones sexuales con sus clientes sin protección. También les imponían cómo tenían que arreglarse y les decían que debían vestirse con ropa provocativa y teñirse el pelo para llamar la atención de los clientes.

Asimismo, les fijaban las tarifas y duración de los servicios sexuales y no les permitían descansos durante la jornada, que comenzaba a las cuatro de la tarde y finalizaba a las tres de la madrugada, con un tiempo estipulado de 15 minutos por servicio sexual. Si sobrepasaban ese cuarto de hora, tenían que pagar una multa. Las mujeres, a las que no se les permitía hablar entre ellas, eran controladas y amedrentadas por los miembros de la organización que las sometían a un férreo control tanto en el domicilio como en la vía pública.