Trágico final de las vacaciones. Ocho personas fallecieron y otras 54 resultaron heridas, la mayoría de ellas de gravedad, al volcar ayer un autocar español en una autopista francesa. Una furgoneta causó el accidente al perder parte de la carga que llevaba en la baca. Otros tres coches colisionaron contra el bus siniestrado. Entre los fallecidos no figuran españoles, aunque tres de los heridos son de esta nacionalidad. Y entre ellos se encuentra uno de los dos conductores del autobús, que pertenece a una empresa gallega.

El siniestro se produjo sobre las cuatro de la madrugada cuando el conductor del autocar (de la empresa Galisur y que se dirigía desde la ciudad portuguesa de Braga a París) intentó esquivar varios bultos que encontró en la calzada de la autopista A-63 a 40 kilómetros de Burdeos (suroeste de Francia). Los bultos, entre los que había varios muebles, habían caído de una furgoneta sobrecargada en la que viajaban siete marroquís. Otros tres coches chocaron contra el autobús, que quedó volcado en la calzada. En el vehículo viajaban dos conductores españoles y unos cincuenta pasajeros, casi todos ellos portugueses.

DOCE, MUY GRAVES Según informó la Prefectura de Gironda, de los ocho fallecidos siete viajaban en el autocar (seis mujeres y un adolescente de 14 años). La otra víctima mortal es el conductor de la furgoneta de la que cayó parte de la carga y que presumiblemente trataba de recuperarla. De los 54 heridos, 12 se encontraban ayer en estado muy grave.

Las autoridades francesas activaron un plan de emergencia en su grado máximo (rojo) que provocó la movilización de 37 ambulancias, dos helicópteros, 150 bomberos y 50 gendarmes en total. Los equipos de socorro montaron un hospital de campaña para asistir a los heridos antes de enviarlos a los centros médicos más cercanos. La circulación en la autopista A-63 estuvo cortada durante toda la mañana.

José Manuel Pardo, presidente de la Confederación de Transporte por Carretera, explicó que el autocar siniestrado era nuevo (matrícula 2641 BVN) y que tenía "todos los papeles en regla". Pardo añadió que los conductores de Galisur que llevaban el autobús accidentado habían realizado los descansos reglamentarios. La empresa, con sede en Bayona (Pontevedra), dispone de 40 buses y, según afirmó Pardo, no había sufrido antes ningún accidente que se cobrara víctimas mortales.