Llega el verano y la temperatura se dispara. 35 grados en el exterior y el calor se adueña de tu vivienda. Si tu casa no tiene aire acondicionado, existen unos cuantos trucos para mantenerte fresco en plena canícula.

Mantener una casa fresca es posible si aplicamos un poco de sentido común y unos consejos básicos de la sabiduría popular que se resumen en estos 10 pasos a seguir.

1. Baja las persianas y cierra las puertas.

Tan sólo tienes que fijarte en las horas del día en que tu casa recibe la luz (y el calor) directo del sol. En casas con orientación este, el sol llegará por la mañana. Por el contrario, en casas con orientación oeste hará acto de presencia sobre las 3 de la tarde. Es fundamental en ambos casos echar el toldo -si lo tenemos-, bajar las persianas y/o echar las cortinas y cerrar las ventanas. Vuelve a abrirlas cuando el sol haya caído y haya dado paso a la noche. Es entonces cuando podemos jugar con las corrientes

2. Evita las fuentes de calor

Tener puestas demasiadas luces o utilizar el horno, la televisión u otras maquinas que emanen calor hará que la temperatura crezca.

3. Utiliza ventiladores

Para refrescar una habitación puede ser muy útil. Además, para los que le desagrada el viento directo en la cara puedes posicionar el ventilador a cierta distancia y colocar un bol metálico lleno de hielo y sal gruesa delante para refrescar el aire que circula.

4. Utiliza agua

Beber agua regularmente es recomendable, pero en verano y con temperaturas tan elevadas es fundamental. Las duchas de agua templada tirando a fresca o el meter los pies en remojo ayudan bastante a mantenerse fresco.

5. Riega las plantas

Si cuentas con flores o vegetación en la terraza o en las ventanas, echar agua sobre su abono para refrescar la atmósfera cargada de calor del exterior refrescará la casa, ya que disminuye la temperatura de la fachada exterior. Otro truco también es dejar un barreño de agua y rellenarlo a medida que se vaya evaporando.

6. Si cocinas, enciende la campana extractora de aire

Además de echar los malos olores, expulsas el calor que se acumula de las placas de gas o eléctricas al cocinar, por lo que es una buena forma de eliminar los focos de calor de la casa.

7. Utiliza las corrientes de aire

Intenta que el viento fresco circule. Para ello, las ventanas que dan a patios interiores suelen ser las que mejor aire fresco pueden recibir. Un truco de la sabiduría popular de los pueblos es mojar las cortinas con agua y aprovechar el aire fresco que salía al pasar por ellas.

8. Utiliza sábanas de algodón o seda para dormir.

Suelen acumular menos calor. Si pueden ser de colores claros mejor. Un truco útil por si no consigues dormir debido al calor que sientes en la cama, es ponerlas a refrescar durante el día en la habitación o sótano que más refresque en la casa y colocarlas en la cama justo cuando te vayas a dormir.