El panel intergubernamental de expertos en cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas, máximo órgano científico en la materia, ha seleccionado a cinco científicos españoles para elaborar dos informes especiales sobre los impactos del calentamiento en el suelo y los océanos.

Así lo ha anunciado en su página web este organismo, creado en 1988 para compilar la información científica disponible e informar a gobiernos y sociedad sobre el conocimiento existente en materia de cambio climático, con el fin de que este sirva de base para combatir este fenómeno.

Desde su creación el IPCC ha elaborado cinco informes sobre el estado del clima, uno cada 4 o 5 años, y se encuentra en la preparación de un sexto para 2021/2022, si bien dada la rapidez con la que avanza este fenómeno los gobiernos le han pedido tres estudios especiales.

El primero, previsto para septiembre del 2018, analizará los impactos del aumento de temperatura de 1,5 grados respecto a la época preindustrial, y los dos siguientes, revisarán los impactos en el suelo y en los océanos con las aportaciones de cinco científicos españoles.

El informe sobre el suelo, pondrá el foco en los procesos de desertificación, en la degradación de la tierra, en el uso sostenible de la misma y en el impacto de los gases de efecto invernadero con la participación de 103 expertos de 52 países. María José Sanz, directora científica del Centro Vasco de Cambio Climático, abrirá el capítulo sobre las afecciones al suelo, el catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha, José Manuel Moreno, se centrará en la degradación del suelo, mientras que Marta Rivera-Ferré, investigadora de la Universidad de Vic, pondrá el foco en la seguridad alimentaria.

IMPACTO EN EL FONDO MARINO

En el informe sobre el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos trabajarán 101 científicos de 41 países. Entre ellos estarán el investigador del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Arístegui, y el director de investigación del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, Iñigo Losada.