El Tribunal Superior de Justícia de Cataluña (TSJC) ha calificado de «interés fraudulento» la pretensión de Fernando Blanco, el padre de la pequeña Nadia Nerea, de pretender recusar a los magistrados que le juzgarán -a él y a su su mujer, Margarita Garau- por presuntamente haberse apropiado de 1,1 millones de euros de donativos recaudados difundiendo que la vida de su hija corría peligro por la enfermedad rara que padecía, la tricotridiostrofia. El alto tribunal catalán ha desestimado la petición del acusado no solo por su tardanza a la hora de plantearla, sino también por su fin: provocar de nuevo la suspensión de la vista, que debe celebrarse la primera semana de octubre en la Audiencia de Lérida.

El auto del TSJC relata que la defensa de Blanco «ha dejado transcurrir un término considerable superior a los 10 días desde que conoció la composición del tribunal que deberá enjuiciar la conducta del acusado para formular la recusación fundada en motivos que conocía perfectamente con anterioridad».

El TSJC dice que «hay elementos sobrados» para considerar acreditado que el motivo de la «tardanza» en plantear la recusación no es otro que aplazar de nuevo el juicio, que ya fue suspendido en mayo por la renuncia del abogado de Blanco. El fiscal reclama seis años de prisión para los dos progenitores.