Las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19 han abocado a la población a un mayor consumo de internet, pero esta expansión hacia la franja de más edad no se ha hecho de forma igualitaria. Al contrario. En los últimos meses, la brecha digital de género se ha acrecentado en España, acentuando unas desigualdades entre mujeres y hombres que también se dan en la sociedad.

Así lo revelan los datos publicados este miércoles en el informe Indicadores de Género de la Sociedad Digital, elaborado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. El documento señala que hasta el 91% de los ciudadanos se conectó de forma habitual a internet durante el 2020, la quinta mayor marca de la Unión Europea. La acelerada digitalización vivida el año pasado la más rápida de la última década ha casi anulado la brecha de género en la frecuencia de conexión, pero la ha profundizado en otros campos.

Con el confinamiento y otras medidas de distanciamiento social nos hemos acostumbrado al teletrabajo, a las videollamadas y al uso de redes y plataformas sociales. Sin embargo, esas nuevas herramientas tecnológicas también se reproducen roles de género tradicionales. “Con los usos de tecnología con fines de salud, la educación o los cuidados, la pandemia ha reforzado las inequidades de género preexistentes, asignando estas tareas de nuevo a mujeres, también en el ámbito digital”, señala el informe.

Sesgos de género

Se accede más internet, sí, pero los sesgos de género siguen traduciéndose en el uso que se hace de la red. Así, durante la pandemia las mujeres no solo han tenido que adaptarse a las necesidades del teletrabajo sino que, además, también se han preocupado de forma más intensiva de los cuidados en el entorno familiar. “Constatamos que los roles tradicionales de género se perpetúan en formato digital”, apuntan.

Más usos sanitarios y educativos

El informe detalla que en los últimos meses las mujeres han tenido una mayor carga en el uso de internet para usos sanitarios y educativos. Un 44% de las mujeres lo ha hecho para concertar citas médicas y un 33% para ayudar a la educación en línea de hijos y otros miembros de la familia, siete y seis puntos más que los hombres respectivamente. También han hecho un mayor uso de las videollamada y de las redes sociales.

Los datos también demuestran que el teletrabajo se ha adoptado en mayor medida entre las mujeres, algo que se ha traducido en una perpetuación de la falta de conciliación laboral, pues es ella quien sigue asumiendo unas mayores cargas familiares.

Por otro lado, los hombres siguen destacando en el uso recreativo de internet con actividades como leer noticias, ver películas y series o descargar videojuegos.

El informe apunta a dos señales positivas: la mayor digitalización de la mujer española frente a las de otras nacionalidades europeas y que esa brecha de género desaparece en el colectivo que va de los 19 a los 24 años. Es en la población de entre 55 y 74 años donde se aprecia una mayor distancia entre hombres y mujeres, de hasta un 12%.