El Papa firmó ayer los decretos para designar como beatos a 64 mártires de la guerra civil española, la mayoría de ellos pertenecientes a los Hermanos de las Escuelas Cristianas, a los que se abren ahora las puertas de la santidad. Los 64 eclesiásticos y monjas fueron asesinados, según puntualizó el Vaticano, "por odio a la fe católica" entre 1936 y 1937 en Barcelona y Tarragona, aunque alguno procedía de Gerona. De la nueva hornada de beatos y santos anunciada ayer forman parte 12 mexicanos, cinco italianos, un indio y un argentino.

En 25 años de Pontificado Juan Pablo II ha elevado a los altares a 11 santos y a 471 beatos víctimas de la guerra, modificando la línea adoptada por Pablo VI de no entrar en un terreno política y socialmente controvertido que podía causar repercusiones para la sociedad española.

CASOS PENDIENTES Según fuentes de la Iglesia católica española, el número de "perseguidos por odio a la fe católica" desde 1931 a 1939 oscilaría entre 7.000 y 10.000, muchos cuentan con un informe en el ministerio de los Santos. Las actas de los procesos se amontonan en las dependencias ministeriales.