El papa Francisco ha hecho un llamamiento para que la Iglesia católica reconsidere su punto de vista sobre los hijos de parejas homosexuales y de parejas divorciadas y ha advertido de que una actitud de rechazo hacia estos niños sería el equivalente a "inocularles una vacuna contra la fe". El Papa considera que los responsables educativos de escuelas católicas deberían empezar a preguntarse "cómo enseñar a Cristo a una nueva generación que se encuentra en transformación".

"Desde un punto de vista educativo, los matrimonios homosexuales suponen un desafío a veces difícil de comprender", admitió el Papa en un discurso pronunciado en noviembre ante la Unión de Superiores Generales de los institutos religiosos masculinos, y del que ayer se publicaron algunos extractos.