El papa Francisco recomendó el domingo recurrir a la psiquiatría cuando los padres constaten una tendencia homosexual en sus hijos desde la infancia, en una rueda de prensa en el avión que lo llevaba de vuelta a Roma desde Irlanda. Un periodista le preguntó qué le diría a los padres que detecten orientaciones homosexuales en su hijo.

«Les diría, en primer lugar, que recen, que no condenen, que dialoguen, entiendan, que den espacio al hijo o a la hija», respondió el Papa. «Cuando eso se manifiesta desde la infancia, hay muchas cosas por hacer por medio de la psiquiatría, para ver cómo son las cosas. Otra cosa es cuando eso se manifiesta después de los 20 años», dijo al respecto Jorge Bergoglio.

«Nunca diré que el silencio es un remedio. Ignorar a su hijo o hija con tendencias homosexuales es un defecto de paternidad o de maternidad», declaró. Los colectivos de defensa de los homosexuales condenaron rápidamente sus palabras.

El papa viajó a Dublín para el Encuentro Mundial de las Familias, pero su visita estuvo marcada por la herida aún abierta en el país tras los informes pasados que revelaron que durante años miembros de la Iglesia abusaron de menores, robaron bebes y explotaron a cientos de niños en este país. Por ello, el pontífice aconsejó que «si hay sospechas o pruebas o medias pruebas» hay que abrir una investigación, pero que siempre es necesario aplicar la «presunción de inocencia» y criticó cómo «algunos medios comienzan a crear un ambiente de culpabilidad».

Al respecto, el papa argentino citó «el caso de siete u ocho curas que fueron acusados de abusos de menores y de hacer fiestas, orgías y estas cosas» en Granada, en España. Se refería a la acusación por supuestos abusos sexuales al padre Román y otros sacerdotes, lo que originó el conocido como caso Romanones y que acabó tras tres años con la absolución de todos los acusados.

El Papa volvió a pedir perdón por todos los abusos cometidos por los sacerdotes, por las instituciones religiosas y por la jerarquía de la Iglesia en Irlanda. Lo hizo frente a las más de 300.000 personas que se congregaron en el Phoenix Park dublinés para participar en la misa de clausura del Encuentro de Familias, que se celebró en la capital irlandesa desde el martes pasado, con la presencia de Francisco Bergoglio los dos últimos días.