EL PEGAMENTO que unía al preso de la cárcel de Valdemoro, Uwe Dieter Krone, con su novia cedió al cristalizar tras mantener unidas sus manos durante 48 horas. Un movimiento casual de la pareja les liberó. Hasta entonces, los expertos no habían podido hallar el disolvente adecuado para acabar con la cola especial para chapa de coches que los unía.