Los alquileres firmados en París, desde ayer, tienen los precios limitados a unos niveles de referencia controlados por la Administración para evitar la escalada de los últimos años, que ha expulsado a las clases medias de una ciudad que pierde habitantes.

La polémica regulación de los alquileres, que se anuncia como uno de los ejes de la campaña para las municipales previstas en marzo de 2020, se aplicó en la capital entre 2015 y 2017, cuando fue anulada por decisión judicial. Una nueva ley adoptada en noviembre del pasado año, que permite evitar el obstáculo jurídico y aplicar este dispositivo potencialmente en 28 ciudades de más de 50.000 habitantes, ha llevado al Ayuntamiento de París a ponerlo en práctica de nuevo.

El ministro francés de Vivienda, Julien Denormandie, subrayó ayer, en una entrevista al canal BFMTV, que el objetivo es «bajar esa presión de los alquileres» y que la regulación «es una experimentación que puede ir hasta cinco años. Si funciona -puntualizó-, continuaremos; si no, la abandonaremos».

El concejal responsable de Vivienda en París, Ian Brossat, lo justificó en una entrevista a la emisora France Info: «Cuando se ve el nivel de los alquileres en París y la dificultad para tener alquileres compatibles con los ingresos de las familias de clase media, es necesario poner algo de racionalidad». Brossat afirmó que mientras estuvo en vigor la regulación entre 2015 y 2017 los precios se mantuvieron «casi estables», mientras que en 2018 hubo un alza del 3%.

La medida / De acuerdo con las normas explicadas por el ayuntamiento en su página web, el propietario no puede pedir como regla general un alquiler superior en un 20% al nivel de referencia, que es distinto para cada uno de los 80 barrios en que se ha dividido la ciudad, agrupados en 14 zonas. También se tiene en cuenta en el nivel de referencia para cada vivienda el número de habitaciones y el periodo de construcción del edificio. Si el inquilino constata que el precio es superior al límite permitido, puede acudir al juez para que constate la diferencia y lo aplique al contrato.

La limitación no afecta a los contratos que ya están en vigor. Al cambiar de inquilino, el propietario no podrá aumentar el precio más de lo que indica el índice de actualización fijado por el Instituto Nacional de Estadística (INSEE).

Los precios de los alquileres en París rondan, de media, los 23 euros por metro cuadrado sin gastos, más del doble que la media en el resto de Francia. Unos precios que están en relación con el tirón en las ventas. En París la subida ha sido del 3% desde comienzos de año, del 20,5% en cinco años y del 54,6% en diez años.