El aeropuerto de El Prat volverá a vivir hoy una nueva jornada de colas después de fracasar el encuentro mantenido ayer entre miembros de Eulen --empresa que gestiona la seguridad-- y del comité de huelga en la sede del departamento de Trabajo de la Generalitat. Los representantes de los trabajadores informaron de que Eulen realizó una contraoferta, que contemplaba un incremento salarial y refuerzos de personal, aunque las posiciones entre ambas partes siguen todavía alejadas de un posible acuerdo.

En concreto, la compañía habría hecho una oferta para complementar los salarios de los empleados de seguridad en unos 45 euros al mes, frente a la reclamación del comité de un complemento de 350 euros, por lo que consideran que las posiciones están todavía «a años luz», apuntaron desde el comité de huelga.

Asimismo, Eulen habría ofrecido aumentar en 21 personas el contingente de trabajadores para reforzar los tres turnos de mañana, tarde y noche en El Prat, lejos del centenar que piden los representantes del comité de huelga para aliviar la carga de trabajo.

La situación podría enquistarse en los próximos días, ya que tanto Eulen como el comité de huelga no se han emplazado a reunirse de nuevo y hoy se espera una nueva jornada de paros parciales en los controles de seguridad. No obstante, desde el comité de huelga se muestran dispuestos a reanudar las conversaciones «siempre que Aena esté, si no presente, al menos al lado» de la mesa de negociaciones.

MEDIACIÓN

Ayer, el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, apuntó, en declaraciones a la cadena COPE, que en este conflicto laboral la mediación no le puede corresponder a AENA y que si hay una mediación debe ser de la autoridad laboral, en este caso, de la Generalitat de Cataluña. AENA, por su parte, apuntó que intenta «desde un primer momento» facilitar que haya acuerdos para evitar nuevos paros en el servicio de seguridad del aeropuerto de El Prat.

Según Gómez-Pomar, los servicios mínimos se están cumpliendo, pero hay una huelga de celo, que se va manifestando fuera de la convocatoria regular de paros y que provoca una acumulación de personas en los filtros de seguridad. Si aumenta el tiempo «razonable» para llevar a cabo los controles de los equipajes y de las personas acaban provocándose estas largas colas, precisó el secretario de Estado.

UGT disparó contra el Gobierno central, al considerar que la situación es un ejemplo de la «nefasta política» desarrollada por el Gobierno en materia de contratación pública. El sindicato cuestiona que se deje en manos privadas una labor en instalaciones de alto riesgo.

GUERRA POLÍTICA

Las huelgas parciales en el aeropuerto de El Prat, que amenazan con convertirse en un paro total a partir del 14 de agosto, han generado una pequeña guerra política entre administraciones --catalana y central-- a cuenta de quién es el responsable de la situación y de quién intenta resolverla.

Ayer, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lanzó un mensaje en Twitter en el que recuerda que el Ayuntamiento de Barcelona «no tiene competencias» para intervenir. Además, recordó que el consistorio ha pedido al Gobierno central y a la Generalitat una reunión de la comisión de seguimiento si la situación sigue.

Ayer, pese a que por la mañana se registraron largas colas, ya por la tarde la fluidez fue la tónica dominante.